Nuestra residencia sigue el modelo de Atención Centrada en la Persona (ACP), lo que permite a cada residente personalizar su espacio y convertirlo en un verdadero hogar.

Ofrecemos una atención integral que abarca no solo las necesidades asistenciales —medicina, enfermería, rehabilitación, trabajo social—, sino también el bienestar emocional y social. Creemos que el afecto y el trato cercano son fundamentales para la calidad de vida de las personas mayores.

Este enfoque es posible gracias a un equipo humano estable y altamente comprometido, que promueve la participación activa de los residentes en la vida del centro. A través de actividades como manualidades, juegos de mesa, excursiones de ocio y cultura, y actuaciones artísticas, fomentamos la estimulación física y cognitiva, no solo como entretenimiento, sino como una verdadera herramienta terapéutica.

Nuestro centro está abierto a familias y personas interesadas, que pueden visitar nuestras instalaciones y conocer de cerca la calidad del servicio y el trato que ofrecemos.

Consideramos esencial la implicación de las familias para lograr una integración plena de los residentes. Ellas representan el vínculo emocional con su historia y su entorno, y su participación es clave en el bienestar de nuestros mayores.